escapada perfecta por su cercanía a la playa y el tranvía

Mi estancia fue muy agradable, especialmente por la piscina que tiene vistas al mar y la cercanía a la playa de Muchavista, que es ideal para pasear y disfrutar del sol. también hay una parada de tranvía justo al lado, facilitando ir a explorar Alicante sin complicaciones.

• Ubicación ideal, frente playa
• Habitaciones limpias y cómodas
• Personal atento y amable

• Acceso complicado por escaleras
• Comida repetitiva y cara
• Ruido constante de la obra

Recomendable para parejas buscando confort

La ubicación era excelente, justo en la playa, y el entorno era hermoso. La atención del personal fue increíble, siempre estaban dispuestos a ayudar y eso hizo que nuestra experiencia fuera mucho más agradable.

No era el lugar más económico, pero resultó ser aceptable.

Las habitaciones son nuevas y muy bonitas. Me sorprendió lo encantadoras que eran las vistas desde la piscina, pasando tiempo ahí fue un deleite total. La ubicación es perfecta, ya que cruzando la calle se llega a la playa, ideal para un paseo al atardecer. Sin embargo, el acceso a la habitación fue un poquito confuso, especialmente por las escaleras. A pesar de eso, disfruté mucho mi estancia, especialmente por la calidad-precio que ofrece.

La ubicación es espectacular, justo frente a la playa, perfecta para pasear con la familia. Disfrutamos de largos paseos por el nuevo frente marítimo que conecta Alicante y Campello. Las camas eran cómodas, lo que hizo nuestras noches más placenteras. Además, la comida era buena en la terraza con vistas al mar.

Mi mujer dice que sería ideal contar con más opciones de comida, especialmente para los niños.

Ubicación excelente, xusto enfronte da praia e á beira do tranvía. Atención do persoal moi amable, facíante sentir como na casa. A habitación cómoda, con boas vistas, pero sen aire acondicionado, un pouco complicado no verán. A comida estaba ben, pero un pouco cara para o que ofrecían.

La ubicación es excepcional, justo enfrente de una playa de arena fina y cerca de una parada de tranvía, lo que facilitó nuestras excursiones familiares. Las instalaciones eran perfectas para nosotros, con una piscina donde los niños se divirtieron mucho y una terraza donde los adultos pudimos relajarnos. Las habitaciones eran cómodas y estaban bien equipadas, ideal para una familia.

No hay ascensor, lo que hizo que cargar las maletas con los niños fuera un poco complicado.

La habitación que ocupamos era bastante cómoda, especialmente el colchón, lo que hizo que las noches fueran agradables. El aire acondicionado funcionaba bien y era necesario, dado el calor. La piscina es tranquila y tiene buenas vistas al mar, ideal para relajarse. valoro que el hostal tiene prioridad en la limpieza, se notaba que prestan atención a esas áreas. Sin embargo, el acceso a las habitaciones era complicado, ya que el camino es de grava, lo que dificultó llevar las maletas. Además, al estar en una zona de obra, el ruido fue un inconveniente constante durante mi estancia. La ubicación es excelente, justo en primera línea de playa y muy cerca de la parada de tranvía, pero esas escaleras al acceder a las habitaciones pueden ser un problema, sobre todo si se viaja con niños o mucho equipaje.

La ubicación es perfecta, con acceso directo a la playa (fenomenal para paseos al atardecer! ). El personal es muy amable y servicial, siempre dispuesto a brindar recomendaciones. Las comidas son sabrosas y abundantes, especialmente el desayuno.

Las escaleras son un poco incómodas al cargar maletas, y sería ideal contar con más opciones de gel de ducha y champú.

La habitación superior tenía aire acondicionado, lo cual fue genial porque hacía calor. Las camas súper cómodas, perfecto para descansar. Además, era amplia y con buenas vistas al mar. Pero, el baño era un poco incómodo, no había mucho espacio para los productos de aseo. En general, la limpieza bastante correcta. Lo mejor fue que la atención del personal fue excelente, siempre amables. La ubicación es genial, justo en la playa, aunque algunas partes un poco ruidosas por el tráfico.

La habitación tenía vistas al mar, lo que resultó agradable para los amaneceres. El hostal se encuentra justo frente a la playa, lo que permite disfrutar de un día de sol sin complicaciones y es ideal para paseos al atardecer.

Las habitaciones recién renovadas parecen más pequeñas que las anteriores, lo que es desconcertante. En el baño, el espacio es limitado, sin lugar donde dejar productos de aseo, y el papel higiénico está mal colocado, justo debajo del jabón. También, la comida aquí no es buena para el precio, siendo el menú del día demasiado caro para lo que ofrecen. Finalmente, la falta de aire acondicionado y un minibar en la habitación hacen que la estancia no sea tan cómoda como podría ser, especialmente en climas cálidos.

Despertar cada mañana con vistas al mar era como si la naturaleza hubiera decidido regalarme el mejor cuadro. La piscina ofrece un ambiente tan relajante que uno podría confundirse y creer que está en un spa de lujo, mientras los niños chapotean alegremente. Además, las opciones gastronómicas del restaurante superaron mis expectativas, ¡tanto que el arroz se volvió mi nuevo amor!

Acceso complicado

El acceso a la habitación fue complicado por las escaleras, pero la habitación era espaciosa.